La ficha técnica de la
vacuna de AstraZeneca indica que Vaxzevria “se
administra a adultos de 18 años de edad y mayores†(1), sin limitaciones de
edad. La posición de la Agencia Europea del Medicamento (2), emitida el día 7
de abril de 2021, resulta clara con respecto a esta vacuna: los casos de
trombosis de senos venosos cerebrales o venas esplácnicas deben considerarse
efectos adversos extraordinariamente raros, habiéndose observado 169 casos en
34 millones de dosis administradas. Sus indicaciones no se modifican, dado que
se trata de una vacuna eficaz y muy segura para la prevención de la COVID19,
especialmente las hospitalizaciones y las muertes.
Igualmente, la OMS (3)
reconoce que, tras la administración de más de 200 millones de dosis, queda
claro que el beneficio de la vacuna es incomparablemente mayor que sus raros
efectos adversos potenciales y nos recuerda que, aunque sean plausibles,
actualmente no está demostrada su relación causal.
Consideramos que los
ciudadanos deben dirigirse, con total tranquilidad, a recibir su dosis en los
centros de vacunación habilitados cuando sean citados y que, si ya han recibido
la primera dosis de AstraZeneca, la segunda dosis debe ser administrada cuando
corresponda, independientemente de la edad. Ante una pandemia que ha impactado
de un modo brutal en nuestras vidas, es necesario utilizar esta vacuna, al
igual que las demás, para hacer frente al SARS-CoV-2.
Nuevas
vacunas
Sobre la introducción
de nuevas vacunas, se ha de explicar -con claridad- que, si la velocidad de
suministro actual no se interrumpe, las Comunidades Autónomas ampliarán
enormemente las coberturas vacunales en las próximas semanas, siendo
innecesaria otra incorporación. El resto del mundo,
fuera de Europa, precisa de muchas dosis para poder seguir avanzando en la
inmunización y es impropio que los países ricos acaparen toda la producción.
Fin
del Estado de Alarma
Es necesario
consensuar una nueva Ley Orgánica, o bien admitir que otro Estado de Alarma se
tendrá que decidir en el Parlamento si las circunstancias epidemiológicas así
lo exigen.
Más
en Salud Pública y Atención Primaria
La pandemia ha
revelado la insuficiencia de los recursos humanos de los servicios de salud
pública transferidos a las Comunidades Autónomas. Ahora, tenemos la oportunidad
real de conseguir una profunda mejora y ampliación de plantillas de médicos y
otros técnicos de salud pública, retribuir su trabajo dignamente y conseguir,
con la mejora de los protocolos, hacer una verdadera vigilancia y trazabilidad,
el aislamiento riguroso de los casos de la COVID-19 y una real y efectiva
cuarentena de los contactos. Actualmente, nada de esto se está consiguiendo de
un modo definitivo y esta es una de las razones profundas del mal control de la
pandemia en nuestro país.
Además, se deben
potenciar los recursos de Atención Primaria, que debe ser el ámbito preferente
para las inmunizaciones y la mayor parte de la atención, diagnóstico y
vigilancia de los casos.
Implicación
ciudadana
A pesar de los
esfuerzos en vacunación, durante muchos meses -y quizá años- la COVID19 seguirá
provocando contagios y muertes en nuestro país. Por lo tanto, tenemos que
continuar trabajando todos juntos contra la pandemia, con una respuesta
despolitizada, coordinada y basada en la evidencia científica.
La implicación de toda
la población continúa siendo imprescindible en esta lucha con el mantenimiento
de las medidas de prevención: uso correcto de la mascarilla, higiene de manos,
distancia interpersonal y ventilación de espacios, además de la solidaridad y
empatía tan necesarias en estos momentos difíciles. En este sentido, la
corporación quiere subrayar la importancia de que las personas vacunadas sigan
respetando las medidas de prevención anteriormente mencionadas, puesto que las
personas inmunizadas pueden infectarse y contagiar el virus.