El presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León, José Luis Díaz Villarig, ha asegurado este lunes que no tiene «ninguna duda» de que los hospitales de la comunidad van a «colapsar» si se atiene al ritmo de contagios de la covid de las últimas semanas.
«Se va a colapsar, por supuesto, ¿es que alguien lo duda?«, ha asegurado a Efe el presidente de esta institución preguntado por la fecha que baraja el Ejecutivo autonómico del 15 de noviembre como día en el que se podría colapsar el sistema, según el informe remitido por la Junta al Tribunal Superior de Justicia para justificar la necesidad de establecer el toque de queda.
En este sentido, Díaz Villarig ha criticado la inacción de la administración de cara a esta segunda ola de la pandemia y ha puesto en duda alguna de las medidas implementadas por la Junta en las últimas semanas.
«Estamos peor que en la primera ola y ¿qué medidas han tomado, de qué han servido los confinamientos y de qué va valer ahora el toque de queda?», se ha preguntado el presidente del Consejo del Colegio Oficial de Médicos de la Comunidad, que ha opinado que la Junta ha pegado «palos de ciego» estas últimas semanas.
«Las restricciones no han sido consultadas con los médicos»
Asimismo, Díaz Villarig ha criticado que ninguna de estas restricciones han sido consultadas previamente con las organizaciones de médicos que, en su opinión, «algo tienen que decir» al respecto de las medidas a aplicar para frenar la situación, al igual que otras instituciones ya que, según él, lo que más apremia es un «consenso» en las actuaciones.
Por ello, entre las propuestas del máximo representante del Consejo del Colegio Oficial de Médicos de Castilla y León se encuentra el de contemplar al sistema de salud de España como lo que es, un «sistema nacional», de modo que ha pedido una «mayor colaboración» en la Comunidad y entre ellas para dar una solución médica a los problemas hospitalarios.
«Si no saben gestionar, retírense», ha expresado Díaz Villarig, quien ha propuesto en primer lugar una redistribución de los enfermos de los hospitales más colapsados a otros con mejor situación como una de las primeras opciones para descongestionar los centros hospitalarios y la reubicación del personal en segundo lugar.